YANAPACCHA ,5.460 m., 8 de julio 2011

Yanapaccha, agua negra, 

 El ocho de Julio, Fernando y yo cogemos un colectivo ( furgonetas de transporte) que por 10 soles nos lleva a los dos hasta Yungai, ciudadque fue arrasada por un gran alud del Huascaran provocado por un terremoto en 1974.  En Yungai cogemos un taxi que nos llevará por una pista hacia el portachuelo hasta el km 42. Ultimamente es la subida aconsejada, antes se subía de Cebollapampa, por el camino vemos las lagunas de Llanganuco, los nevados  Huascaran, Chopicalqui, los Huandoy, Pisco y el impresionante Chacrarraju. Una vez que nos deja el taxi, a unos 4.400 m., cogemos las impresionantes mochilas y nos dirigimos hacia el campo base del Yanapacha en la morrena justo al lado del glaciar, 4.650 m.. No es mucho desnivel pero es largo y con subidas y bajadas. En una hora y media llegamos al campo y montamos la carpa a la orilla de una laguna en la base del glaciar. La altura se nota y el esfuerzo por llegar hasta aquí es considerable. A la mañana siguiente nos levantamos a las cinco y en seguida nos metemos en el glaciar. Está terriblemente roto y las grietas nos impiden el avance. Está empezando a nublarse y optamos por seguir una huella que no va por el camino indicado y que se dirigen a la arista de la dereha. Sabemos que la dirección no es buena pero es la única huella en el glaciar y seguir sin huella y con mal tiempo es como jugar a la ruleta rusa. Como suponíamos la huella llega a un sitio intransitable y nos damos la vuelta , otra vez será. Ese mismo día bajamos hasta el campo base del Chopicalqui en un colectivo abarrotado pero que nos dejan subir.



Caseta de entrada al parque en la que es obligatorio acreditarse. Al ir sin guía es imprescindible la tarjeta de federado con cobertura mundial.

 Vista del impresionate Chacrarraju, nevado de la cosecha

Empezamos la aproximación en el km 42 con los Huascaran al fondo.

Fernando en la aproximación al campo base con las primeras vistas del Yanapaccha.

El campo base en la morrena con el Yanapaccha al fondo, la huella tenía que ir del centro de la cumbre a la izquierda, pero con la última nevada se había borrado.

 Perdidos entre grietas vemos que no es el camino correcto y nos retiraremos.

    Otra vez será.